Los Pesos Fuertes del Banco de Barcelona
Rafael López y Guillén
Capítulo Doceavo
Abrió la puerta un sirviente, y tras él Matías Muntadas y su esposa que no habían podido resistir el recibirles en la entrada de su casa.
- ¡Juanito! - dijo la mujer de Muntadas. Apartó al criado y le abrazó apenas dio un paso en el interior de la casa. - ¡Qué alegría nos da el verte! - casi gritó de ilusión y ganas.
- Malandrín, deja a mi esposa o te las verás conmigo - se separó la mujer y entonces se fundieron en un fuerte abrazo, con varias palmadas recíprocas en las espaldas. - Qué bien que estés de vuelta.
Se dio la vuelta Juan Guillén, le dio la mano a su amiga que aún estaba afuera de la casa, y la atrajo hacia él hasta apretarla consigo.
- Amigos, os presento a mi muy querida amiga Mary Morris - hizo una presentación con su mano para que la viesen.
- ¡Qué guapa y delgada es! - Elvira se acercó a ella y le dio un beso en…
Rafael López y Guillén
Capítulo Doceavo
Abrió la puerta un sirviente, y tras él Matías Muntadas y su esposa que no habían podido resistir el recibirles en la entrada de su casa.
- ¡Juanito! - dijo la mujer de Muntadas. Apartó al criado y le abrazó apenas dio un paso en el interior de la casa. - ¡Qué alegría nos da el verte! - casi gritó de ilusión y ganas.
- Malandrín, deja a mi esposa o te las verás conmigo - se separó la mujer y entonces se fundieron en un fuerte abrazo, con varias palmadas recíprocas en las espaldas. - Qué bien que estés de vuelta.
Se dio la vuelta Juan Guillén, le dio la mano a su amiga que aún estaba afuera de la casa, y la atrajo hacia él hasta apretarla consigo.
- Amigos, os presento a mi muy querida amiga Mary Morris - hizo una presentación con su mano para que la viesen.
- ¡Qué guapa y delgada es! - Elvira se acercó a ella y le dio un beso en…